Hemos estado desarrollando sensores para medir partículas en suspensión durante los últimos años. Los sensores se colocan en robustos estuches a prueba de agua que funcionan con baterías y se vinculan a una aplicación de teléfono inteligente. Hemos llevado a cabo experimentos de caminata en muchos pueblos de Chile, donde se calibran varios sensores en un punto central y luego los voluntarios recorren una ruta establecida única desde el área central, creando así una red de datos de exposición sobre una gran área del pueblo en un corto espacio de tiempo. Se llevaron a cabo muchos experimentos en Coyhaique en la Patagonia y en la actualidad estamos probando un prototipo estacionario dentro y fuera de la casa, formando una red continua de monitoreo del efecto de la quema de madera doméstica en los residentes.